Como lo describe la Asociación Estadounidense Psiquiatría, la disociación es una desconexión entre tus pensamientos, recuerdos, sentimientos y la sensación de quién eres tú. Lo más probable es que experimentes la disociación cuando estás soñando despierto o “perdiéndote” en un libro o una película. En referencia al trauma, podemos disociarnos para ayudarnos a alejar del dolor y el miedo emocional y psicológico causado durante un evento estresante. En estos ejemplos la disociación es útil, nos proporciona una experiencia momentánea y beneficiosa a la realidad alternativa que puede ser aburrida, lenta y/o traumática. Sin embargo, desde el punto de vista neurobiológico, la disociación implica alteraciones de funciones normalmente integradas de conciencia, percepción, memoria, identidad y afecto. Aunque el mecanismo preciso no está claro, está afectando cómo experimentas la vida, o cómo en realidad la experimentas menos. Ahí es donde radica el problema, cuando nuestros cuerpos aprenden a disociarse constantemente para escapar de nuestra realidad, incluso cuando la realidad no es físicamente peligrosa.
Una analogía tonta con la que comparar la disociación es un casco de motocicleta. Una vez usé uno mientras andaba en bicicleta de montaña y seguro que me salvó de la muerte. Durante la caída de aproximadamente 15 a 20 millas por hora, sentí que mi cabeza se deslizaba por el suelo y escuché el casco raspando el cemento. Mis gafas de sol se rompieron, pero mi cara estaba sin rasguños. Definitivamente mis piernas y brazos sufrieron moretones y rasguños, pero sobreviví una caída muy aterradora. Han pasado 6 años desde ese incidente y nunca me verás en bicicleta o motocicleta sin casco. No me asustan las bicicletas, pero desde entonces creo firmemente en los cascos. Sin embargo, si usará un casco dondequiera que fuera, no sólo sería agotador y caluroso, sino que también afectaría gran parte de mi vista y experiencia diarias. Por ejemplo no podría comer (imagínate que es uno de esos cascos con el cristal frontal), no podría ver mi visión periférica. No podría sentir la brisa en mi cara ni ponerme lápiz labial fácilmente cuando tengo los labios partidos. Entrar en mi coche seguro que sería complicado, ¿y te imaginas ducharte con el casco puesto? Seríamos incapaz de sentir el agua caer sobre nuestra cabeza y gotear hasta los dedos de los pies con tanta delicadeza.
Adquirir el hábito de disociarse sin peligro presente es algo así. Te pierdes mucho de tu vida diaria. Quizás te pierdas el comentario divertido que hizo tu pareja mientras ambos se lavaban los dientes juntos. Puede que ni siquiera te des cuenta de todas las veces que tu amigo se acercó a ti para pasar el rato pero no respondiste porque levantar el teléfono era tan aterrador, tal vez ni siquiera notaste que sonó y ahora es demasiado esfuerzo para regresarle la llamada. Mientras te disocias, es posible que te pierdas a tus hijes crecer, también que te pierdas de la belleza de los días festivos y la tranquilidad de la naturaleza. Incluso puedes perderte el punto del episodio o libro del que usas para disociarte. Esto se debe a que cuando la disociación se convierte en un hábito, nos hace sentir cómodos y hace que la realidad al no disociarnos sea mucho más aterradora de lo que es en verdad.
¿Cómo se ve la disociación?
¿Alguna vez has tenido que tomar una ducha fría para sentir algo? Los momentos que te llevaron a tomar esa ducha fría probablemente sean como la disociación se siente para ti, tal vez fue necesario sentir el agua helada para sentirte vivo. La alternativa de estar vivo es la muerte, sin embargo la disociación es el limbo entre ambos. Puede parecer como si estuvieras pegado a la televisión o al teléfono la mayor parte del tiempo para mantener tu cerebro constantemente demasiado ocupado como para desarrollar pensamientos de autoconciencia. Puede parecer como trabajar demasiado para evitar tu vida personal y puede parecer como estar acostado en la cama sin hacer absolutamente nada. También puede parecer como estar marijuanx todo el tiempo o experimentar con drogas más fuertes y alcohol para “escapar de la realidad.” O incluso como intelectualizar tus sentimientos, que normalmente te lleva a un espiral mental en el que escapas de tus sentimientos y te ahogas en tus pensamientos (escribi sobre esto en otro post). Básicamente se trata de hacer todo posible para evitar sentir, pensar y tomar conciencia del sufrimiento interno y mental que puedes estar experimentando. Una vez más, ese sufrimiento probablemente sea tan doloroso que la disociación sea necesaria, pero recuerda que es a expensas de vivir tu vida plenamente.
¿Cómo dejar de disociarse?
Agregué esta pregunta aquí porque pensé que después de leer todo lo anterior, te estás preguntando cómo dejar de disociarte. Sin embargo, si esta es la primera vez que aprendes sobre la disociación, simplemente diré que hacer esa pregunta es prematuro. (1) Porque es difícil no hacerlo y (2) porque es demasiado fácil disociarse. En otras palabras, no te propongas fracasar. Sí, ve a terapia, y no, todo este blog no reemplaza la terapia. Pero tomar la iniciativa de estar aquí, leer y sentir curiosidad por el impacto de la disociación ya es el primer paso. ¡Felicidades! Ahora te animo a que prestes atención cuando te disocias a lo largo del día. ¿Cómo es la disociación para ti? ¿Es seguro dejar de disociarse? ¿Qué emociones sentiste a lo largo del día, si es que las sentiste? Puedes empezar haciendo una lista al final del día o simplemente intentando recordar lo que hiciste a lo largo del día. (¡Recuerda que la disociación afectará la memoria!). Después de hacer esto y tener una buena idea de cómo se ve tu disociación, pregúntate ¿qué te perdiste hoy? Cuando digo perdiste no me refiero al avión que pasó a las 3:45 pm mientras te disociabas en tik tok. Si no que a los eventos que te perdiste y que realmente querías experimentar. Por ejemplo, el eclipse lunar que acaba de pasar o la protesta a la que querías asistir para mostrar tu solidaridad con la comunidad palestina. Lo importante es empezar a hacerte este tipo de preguntas. Déjamelo saber en los comentarios, he estado allí y sé que al notar la ausencia de sentimientos es donde comenzamos a tomar medidas para sentir todos los sentimientos, sin importar que tan cómodos o incómodos sean.
Por último, y retóricamente, ¿qué tan radical sería que te permitieras sentir en lugar de disociarte? Si los sentimientos no pueden matarte, ¿te imaginas lo que viene después de sentir el dolor y el miedo?
Arriesgate.